Al momento de planificar una nueva estrategia de marketing es fundamental establecer los parámetros con los que vamos a medir su rendimiento. Un KPI es un indicador que nos ayuda a conocer el éxito de nuestras acciones. Si bien sirven para medir resultados, es muy importante definirlos antes de comenzar a trabajar. Para descubrir cómo implementarlo en tu próximo proyecto, no te pierdas este artículo. 

¿Qué es un KPI?

KPI es el acrónimo de Key Performance Indicador, que traducido al español es conocido como indicador clave de rendimiento. Se trata de un recurso cuantitativo que permite expresar y conocer en números el progreso hacia tus principales objetivos. 

Es importante destacar que en este artículo haremos foco únicamente en el ámbito del marketing, pero los KPI’s también pueden ser empleados en otras áreas, por ejemplo en ventas. 

¿Para qué sirven los KPI’s?

Estos indicadores ofrecen información valiosa y son utilizados en dos momentos claves: durante la planificación de una estrategia y al medir sus resultados. Esta segunda instancia puede tener lugar en el transcurso de la misma o bien cuando finaliza. 

Antes de dar comienzo a las acciones y teniendo en claro qué objetivos perseguirán, los KPI’s entran en escena para definir con qué indicadores se medirá su éxito. Posteriormente, pasado un período de tiempo prudente (un trimestre, semestre o año) los KPI’s son consultados para conocer efectivamente qué rumbo tomó la estrategia. 

En caso de no haber obtenido resultados favorables, el mayor beneficio que ofrecen estos datos es la posibilidad de hacer modificaciones o incluso reemplazar el plan de marketing. De lo contrario, si no se detectan inconvenientes, las acciones pueden continuar dando sus frutos o ser tomadas como ejemplo para ser replicadas en un futuro. 

¿Cómo utilizar un KPI para medir el rendimiento de una estrategia de marketing?

1. Define tus objetivos

Al igual que en toda estrategia, el primer paso es establecer las metas de llegada. Debes preguntarte qué quieres lograr llevando a cabo estas acciones de marketing. Para diferenciarlas puedes dividirlas en corto, mediano y largo plazo.  

2. Elige al menos un KPI para cada meta

El segundo paso consiste en decidir qué indicadores usarás para calcular el éxito de tu plan. Te compartimos algunos ejemplos de los que más se suelen utilizar en marketing:

• ROI (Retorno de la Inversión) 
• Tasa de conversión a lead o cliente
• Tráfico orgánico y de pago en tu sitio web
• Posicionamiento de las keywords utilizadas 
• CPL (costo por lead)
• Tasa de apertura (en Email Marketing)
• Engagement en redes sociales

3. Mide y evalúa los resultados

Si una acción tiene un comienzo y un fin (por ejemplo: una campaña en Google Ads), puedes esperar a que termine el plazo asignado para medir los resultados. En cambio, si se trata de un plan dispuesto a perdurar en el tiempo -como una estrategia de marketing de contenidos- lo ideal es hacer revisiones periódicas. 

En el segundo caso lo más recomendable es realizar informes mensuales, trimestrales o semestrales para mantenerse al corriente de los resultados. 

Consejos para escoger un buen KPI

Existe una gran variedad de indicadores clave de rendimiento, pero ¿cómo elegir los más adecuados para medir tus acciones en marketing? A continuación te compartimos algunas recomendaciones.

Para encontrar un buen KPI debes asegurar que reúna  las siguientes características:

• Cuantificable: debe tener disponibilidad para ser medido. 
• Relevante: no se trata de tomar cualquier estadística, sino las más importantes para el negocio. 
• Sostenible en el tiempo: un KPI no es medido una sola vez, por lo tanto debe brindar la posibilidad de ser cuantificado cuantas veces se necesite. 

Comienza a implementar estos indicadores en tus informes

En conclusión, cada KPI está estrechamente relacionado con los objetivos estratégicos de una empresa, ya que sirven como guía para afirmar o redirigir su camino. Por lo tanto, funcionan como recursos de consulta al momento de tomar decisiones importantes para el negocio. 

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